¡El "milagro" sucedió! Después de una nueva ecografía, el médico tratante me dijo que mi corazón estaba "como nuevo"!
Sé y me siento alegre con su ayuda y sus herramientas del programa "Optimizando tu Frecuencia Habitual", y siento que las vibraciones de amor en su programa han entrado hasta mi núcleo interno comenzando el proceso de curación. Las vibraciones de amor pueden mover montañas.
Cuando tuve el ataque al corazón hace 3 años, el 30% de mi músculo cardíaco estaba muerto. El cardiólogo me dijo que nunca volvería a sanar. Pero había leído en algunos de sus artículos que cuando uno tiene una mentalidad joven, el corazón tiene la capacidad de curarse a sí mismo, así que pensé que valía la pena invertir en su programa. Y en esos momentos oscuros de los siguientes seis meses de mi vida, tomando warfarina y haciéndome análisis de sangre diarios, supe que si quería sanar, tenía que conectarme con mi luz interior. Ninguna medicina por sí sola lo haría.
Cada día rodeaba mi corazón de vibraciones amorosas y me imaginaba sana y con energía. Y el "milagro" se produjo. En mi siguiente ecografía, me dijeron que mi corazón estaba como nuevo, como si nunca hubiera tenido problemas, lo que desconcertó por completo al médico.
Una de las cosas que me gusta tanto de "Optimizando tu Frecuencia Habitual" es que sin contemplaciones complicadas, y con herramientas sencillas y eficaces se consiguen resultados asombroso. Es difícil al principio, pero se hace más fácil a medida que se avanza y se practica.
¡El "milagro" sucedió! Después de una nueva ecografía, el médico tratante me dijo que mi corazón estaba "como nuevo"!
Sé y me siento alegre con su ayuda y sus herramientas del programa "Optimizando tu Frecuencia Habitual", y siento que las vibraciones de amor en su programa han entrado hasta mi núcleo interno comenzando el proceso de curación. Las vibraciones de amor pueden mover montañas.
Cuando tuve el ataque al corazón hace 3 años, el 30% de mi músculo cardíaco estaba muerto. El cardiólogo me dijo que nunca volvería a sanar. Pero había leído en algunos de sus artículos que cuando uno tiene una mentalidad joven, el corazón tiene la capacidad de curarse a sí mismo, así que pensé que valía la pena invertir en su programa. Y en esos momentos oscuros de los siguientes seis meses de mi vida, tomando warfarina y haciéndome análisis de sangre diarios, supe que si quería sanar, tenía que conectarme con mi luz interior. Ninguna medicina por sí sola lo haría.
Cada día rodeaba mi corazón de vibraciones amorosas y me imaginaba sana y con energía. Y el "milagro" se produjo. En mi siguiente ecografía, me dijeron que mi corazón estaba como nuevo, como si nunca hubiera tenido problemas, lo que desconcertó por completo al médico.
Una de las cosas que me gusta tanto de "Optimizando tu Frecuencia Habitual" es que sin contemplaciones complicadas, y con herramientas sencillas y eficaces se consiguen resultados asombroso. Es difícil al principio, pero se hace más fácil a medida que se avanza y se practica.